sábado, 23 de mayo de 2015

Equilibrio Económico

Equilibrio Económico

A lo largo de 33 años, Porfirio Díaz, uno de los militares más destacados durante la intervención frnacesa, gobernó la República Mexicana. A ellos ha de restarse el mandato del presidente Manuel González, quien se mantuvo a la sombra de Díaz. Este período mejor conocido como "Porfiriato". El
juicio de la historia sobre la figura de ese hombre y su época se concentra en dos polos opuestos: la modernización y el progreso de la nación, y las agudas diferencias de clase que lo hicieron posible. La figura de Díaz resumia también las contradicciones sociales; Andrés Molina Henríquez consideraba que en él se hallaban en perfecto equilibro la sangre española y la indígena.

El Porfiriato fue la época más estable posterior a la Independencia y tajo consigo el máximo desarrollo económico. En ella se asentó el verdadero sentido de la mexicanidad que caracterizó a las primeras décadas del país como nación libre y soberana. En el sistema de gobierno de Díaz destacaba el grupo de los llamados "científicos", un conjunto de intelectuales que pretendía fundamentar el orden y la composición de la sociedad a través de parámetros establecidos por la ciencia natural, conforme a la escuela positivista de Auguste Comte. El nacionalismo de élite que distinguió a ese conjunto estuvo presente en el ideario de intelectuales como Justo Sierra, Ignacio Manuel Altimarano, Vicente Riva Palacio, Manuek Gutiérrez Nájera, José López Portillo y Rojas, Heriberto Frías y Emilio Rabasa. Los tres últimos literarios, inscritos en la novela realista y naturalista, reflejaron en sus obras la crudeza de la sociedad de la época.

Enciclopedia Mi México Lindo, Vol.3, Ixpamex, pp. 613


La educación: ricos y pobres

La educación: ricos y pobres 


Aparejado a este nacionalismo, en el grupo que rodeó a Díaz prosperó la idea de adoptar -en los diferentes ámbitos de acción- modelos extranjeros, sobre todo franceses. Parte de ello era la idea de instaurar un modelo educativo vanguardista en las escuelas mexicanas. La secretaría de Instrucción Pública hizo hincapié en la necesidad de educar al pueblo desterrando el viejo sistema lancasteriano e implantando el laico moderno. También intentó mejorar el nivel de los profesores con la fundación de la Escuela Normal para Maestros (1887) y la Normal para Maestras (1890). Asimismo se crearon la Escuela de Ciegos, la de Sordomudos y la Correccional.
Pese a esto la instrucción pública, fiel indicador del estado de la sociedad, fue un privilegio exclusivo de las clases acomodadas. En 1907 había apenas 9,500 escuelas. En el campo, el índice de analfabetismo era muy alto. Esta situación iba aparejada con la propiedad privada que se concentraba en el uno por ciento de la población adulta. Mientras la gente adinerada celebraba frecuentes reuniones sociales, para dar la bienvenida o despedir a los miembros de las embajadas extranjeras, la clase trabajadora apenas hallaba tiempo para el esparcimiento. Sus únicos alicientes eran las fiestas acostumbradas, las ceremonias religiosas y la recurrente pulquería, acompañada de una fonda, donde las preocupaciones pasaban a un segundo nivel ante juegos como el rentoy, las apuestas y las riñas. Muchas terminaban, para emoción de los presentes, en hechos de sangre. Las litografias de José Guadalupe Posada reflejan fielmente aquella situación plena de contradicciones, desprecio por la muerte y alegría irresponsable.

Enciclopedia Mi México Lindo, Vol. 3, Ixpamex, pp. 613

viernes, 22 de mayo de 2015

LA ÚLTIMA REELECCIÓN

LA ÚLTIMA REELECCIÓN DE DÍAZ



En 1908, Díaz queriendo dar al pueblo de los estados unidos la impresión de que en su gobierno reinaba la democracia, declaró al periodista James Creelman que “El creía que el pueblo mexicano estaba ya apto para ejercer sus derechos cívicos sin peligro de que se trastornarse el orden; que no vería mal la fundación de un partido de oposición y que no deseaba continuar en el poder”.

Es indudable que los científicos agrupados en su unión liberal, el llamado círculo de amigos del general Díaz y los grupos gobiernistas vieron en las declaraciones del presidente un peligro para su situación de dominio.

El pueblo mexicano creyó en las declaraciones del dictador, y los elementos más capaces decidieron constituir partidos políticos de oposición para intervenir en la lucha electoral que pondría fin a la dictadura.

Desde el año 1900, el ingeniero Camilo Arriaga inicio desde San Luis Potosí la organización de clubes liberales en toda la república.

En 1901 se reunió en la capital potosina el 1 congreso liberal mexicano con el fin de organizar el partido liberal mexicano, que trataba de levantar la bandera política del liberalismo.

En este congreso, al que asistieron cerca de 300 delegados, entre los que figuraban los hermanos Flores Magón, Juan Sarabia y el profesor Librado Rivera, tomaron acuerdos como la resolución del problema agrario para los campesinos, pidiendo además para los trabajadores de la ciudad el derecho de huelga y la jornada de 8 horas.

Los delegados iniciaros una activa campaña político-social; lo que alarmó profundamente a Díaz quien tomó sus medidas para escribir el 2do. Congreso del partido liberal, citado en S.L.P. en enero de 1902.

En enero de 1909, se organizó el partido democrático, compuesto de elementos en su mayoría porfirista, pero no científicos, por lo cual no se intentaba hacer nada acerca de la dictadura, pretendiendo una evolución pacífica dentro del régimen efecto de cambiar el régimen personal, de la dictadura por el imperio de la ley y de la constitución.

Exigía la reforma del sistema electoral; lucho por la libertad de pensamientos, el respeto de la libertad y a la vida humana; la moralización de la justicia y el útil empleo del tesoro publico; abogaba, por el fomento de la educación pública y reclamaba el respeto al municipio libre.

Proyectó también la creación del ministerio de agricultura, que se promoviera la libertad política agrario y el crédito interior y solicitó la expedición de leyes sobre accidentes de trabajo.

El presidente de este partido fue el Lic. Benito Juárez Maza, con quien colaboraron otros intelectuales de la clase media.

A principios de 1909, se organizó el partido antirreleccionista, que postulaba el principio de sufragio libre, no reelección. Firmaron el manifiesto de dicho partido entre otros, Francisco I Madero, Emilio Vázquez Gómez, Filomeno Mata, etc.

En dicho manifiesto se hacia una crítica de la administración porfirista, afirmando que en ella la justicia amparaba al más fuerte, que la instrucción pública sólo se impartía a una minoría, que los mexicanos eras postergados a los extranjeros y se hacia un llamado al pueblo para que asistiera a las próximas elecciones.

Muchos de los adeptos al partido democrático, que aceptaban la candidatura presidencial de Díaz para las elecciones que habrían de realizarse en 1910, proponían al general Bernardo Reyes para la vicepresidencia, formando el partido reyista.

Este partido se organizó de manera rápida en toda la república; pero como reyes declaró que no aceptaba su postulación a la vicepresidencia, el partido reyista se disolvió en numerosos elementos de él se afiliaron al partido antireeleccionista. Otros elementos reyistas de ideología avanzada constituyeron el partido nacionalista democrático.

Este grupo consideraba que la revolución era indispensable para destruir el régimen social que la dictadura había impuesto. Sus principales dirigentes fueron el ingeniero Ángel Zozaya y el periodista Diego Arenas Guzmán.

A fines de 1909 se iniciaron los trabajos para la nueva reelección del general Díaz. Este manifestó sus deseos de no aceptarla pero los científicos insistieron para que siguiera al frente de la presidencia por un sexenio más.

El 26 de junio de1910 se llevó acabo la elección, en lo que todo estaba preparado para el triunfo de Díaz- Corral, siendo ambos declarados para el sexenio 1910-1916.


Díaz y Corral fueron declarados triunfantes y así inició su último periodo gubernamental el general Díaz.

SÉPTIMA ELECCIÓN

SÉPTIMA ELECCIÓN (1904)

Nuevamente aparece como candidato único el general Díaz; pero los científicos lograron reformar la constitución, creando la vicepresidencia de la república y ampliando el periodo gubernamental a 6 años.

El objeto era llevar a un nuevo puesto a un elemento representativo del gobierno científico y en consecuencia, asegurar la sucesión presidencial en manos del partido científico.


Hechas las elecciones, el 1 de diciembre de 1904 protestaron ante el congreso de la unión Porfirio Díaz, como presidente, y Ramón Corral como vicepresidente, para el periodo que terminaría el 30 de noviembre de 1910.

Periodos Presidenciales. SEXTO PERIODO

SEXTO PERIODO

Al terminar su quinto periodo, Díaz trató de separarse de la presidencia pensando en una combinación política que lo sustituyera en el gobierno. Por ejemplo, Limantour quien era el presidente de los científicos o, dado el caso, el general Bernardo Reyes quien era el representante de los militares.
Para sustituir a Limantour como candidato a la sucesión presidencial, los científicos hicieron surgir la oscura personalidad de don Ramón Corral capitalista sonorense ligado con el grupo dominante. Entonces, Díaz decidió no separarse de la presidencia consumándose así la sexta reelección.


martes, 19 de mayo de 2015

Periodos Presidenciales. QUINTO PERIODO

QUINTO PERIODO 

El 1 de diciembre de 1896 se consumó la 4ta. Reelección de Díaz, quien inicio su quinto periodo presidencial (1896-1900) conservando el mismo gabinete.

Hacia esta época los científicos habían adquirido predominio en el gobierno de Díaz. José Ives Limantour se convirtió en el elemento más influyente del régimen después de la persona del dictador.

Lo más importante de este periodo fue: La conversión de la deuda pública mexicana, pagadera en oro, sustituyendo por otra que vino que representó mayor cantidad nominal, aunque retribuyendo interés inferior al 6% para la conversión de esta deuda, Limantour contrató un nuevo empréstito que importó 113.5 millones de pesos.

Díaz trato de introducir en el ejercito reformas de organización que lo elevaran a la categoría de los más adelantados del mundo; hizo desaparecer los ejércitos de los estados y robusteció el ejército federal, y los elementos sobrantes integraron la guardias rurales que desempeñaron el papel de policía rural, encargada de reprimir a los bandoleros.



Periodos Presidenciales. CUARTO PERIODO

CUARTO PERIODO

Para permitir la reelección definida del general Díaz, la constitución política fue modificada, anulando el principio de “No Reelección”, defendido por el mismo general Díaz en el plan de Tuxtepec. En consecuencia el 1 de diciembre de 1892 inicio su 4 periodo presidencial, que debía terminar en 1896.



Este periodo se inicio bajo una crisis económica producida por la pérdida de cosechas, por la depreciación de la plata en el mercado mundial y por el alto tipo de cambios sobre el extranjero; por esto se duplicó la deuda exterior al tener que ser pagada con los nuevos tipos de cambio.

El gobierno logró dominar aquella crisis gracias a arreglo que hizo de la hacienda pública Don José Ives Limantour y aquel malestar se convirtió en fuente de progreso pues el nivel de cambio estimulo la inversión de capitales extranjeros para el establecimiento de industrias nuevas en el país y la extensión de la agricultura.


Periodos Presidenciales. TERCER PERIODO

TERCER PERIODO 

Al terminar el segundo periodo presidencial del general Díaz, el circulo porfirista continuara el presidente en el poder al efecto volvió a reformar la constitución de 1857 en el sentido de permitir por una sola vez la reelección presidencial.

De este modo se destruyo el principio de no reelección que sirvió de bandera al propio general Díaz al acaudillar la rebelión de Tuxtepec.

Así fue como al terminar su segundo periodo constitucional resulto reelegido, habiendo rendido la protesta de ley el 1 de diciembre de 1888 a 1892, así continuo interrumpidamente en el poder hasta que fue derrocado por la revolución en 1911.

Durante el largo periodo del gobierno de Díaz el país llego a disfrutar de paz que se le ha llamado la paz de la esclavitud, por que esta se logro con la represión violenta de cualquier intento rebelde, no faltaron disturbios y brotes constantes de rebeldía del pueblo bajo, del indio y del campesino despojado de sus tierras, que protestaban contra el despotismo de los terratenientes por la dictadura porfirista.


Principalmente el norte del país vivió constante agitación, porque fue en donde se formaron los más grandes latifundios y el número de los desposeídos era mayor, así como los yaquis de Sonoro y los habitantes de Chihuahua. En el norte de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, hubo levantamientos que el régimen considero vandálicos.



UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
SISTEMA DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR
ESCUELA PREPARATORIA REGIONAL DE COLOTLÁN
"MÓDULO HUEJÚCAR"





DEMOCRACIA Y SOBERANÍA NACIONAL

EL PORFIRIATO


PROFESOR

SALVADOR ACOSTA LEDEZMA


ALUMNA

MITSI QUETZALI SILVA LANDEROS


CÓDIGO

213666989


HUEJÚCAR JALISCO A 20 DE MAYO DE 2015.


lunes, 18 de mayo de 2015

Periodos Presidenciales. SEGUNDO PERIODO

SEGUNDO PERIODO

Al concluir su periodo, Manuel González entregó el gobierno a Porfirio Díaz, declarado presidente constitucional el primero de diciembre de 1884 al 30 de noviembre de 1888.

El nuevo régimen porfirista se inició con la política de conciliación; Díaz en sus rebeliones contra Juárez y Lerdo, recobraron sus grados y empleos.

Díaz llamó a colaborar con él a los hombres de la nueva generación liberal con pretensiones científicas y humos aristocráticos.

Díaz equilibró fuerzas, concediendo un obsequio y privilegios a unos y a otros apoyándose en ambos. Pronto los viejos porfiristas fueron desapareciendo para dejar el lugar a nuevos porfiristas científicos; los generales Jerónimo Treviño, Francisco Naranjo y Manuel González se retiraron de la vida privada para gozar de sus riquezas, al tiempo que otros se fueron gastando en la política o fueros asesinados como García de la Cadena y Ramón Corona.


Periodos Presidenciales. PRIMER PERIODO

PRIMER PERIODO PRESIDENCIAL


El general Díaz después de haber vencido definitivamente a los lerdistas y a los iglesistas volvió a encargarse del poder ejecutivo provisionalmente (febrero 1877), dedicándose a reorganizar la administración pública y expidiendo la convocatoria para elegir los supremos poderes.
El congreso declaró presidente constitucional de la república a Don Porfirio Díaz, quien tomo posesión el 5 de mayo de 1877 por el periodo que terminaría el 30 de noviembre de1880.
Este general se hizo cargo del poder ejecutivo en mayo de 1877, después de triunfar convoco a Juan N. Méndez como presidente interno. Díaz procuro apegarse a normas legales y al principio de la no reelección que lo llevo al poder.
Porfirio empezó a dar muestras de su habilidad de estratega político. En sus miembros de gabinete Justo Benítez, político liberalista se aprovecho de su amistad para llegar al poder. Pero Díaz lo manejo y mantuvo la autonomía del congreso, mientras Benítez y su grupo se hacían enemigos. Atrayendo a las personas que antes lo habían combatido.
El gobierno de Estados Unidos niega a Porfirio Díaz como presidente; la falta de este reconocimiento significaba una amenaza al gobierno de Díaz, ya que el norteamericano podía aplicar movimientos rebeldes en su contra vendiendo armas a los partidarios del depuesto presidente Lerdo, refugiados ahora en Texas.
En 1878 se formó la constitución, en el sentido proclamado por el plan de Tuxtepec, en el cual se prohibía la elección del presidente y de los gobernadores de los estados.
Casi todos los lerdistas se habían impuesto al nuevo régimen; pero en 1878 el general Mariano Escobedo se levantó en armas en la frontera norte proclamando el restablecimiento de Lerdo de Tejada, pero este fracasó.
En 1879, se rebelo en el puerto de Alvarado en el buque de guerra “libertad”  en Veracruz, el gobernador Mier y Terán aprendieron  al doctor Albert y otras personas que juzgó en contra del movimiento.
El gobierno de Díaz consideró este como otro posible movimiento lerdista y dio al gobernador de Veracruz la orden de matarlos, esto causo un gran disgusto en el país.
Díaz reorganizó el ejercito lo fraccionó en pequeñas fuerzas que fueron a cubrir diversos lugares del país. Con su colaborador Justo Benítez, Díaz había logrado establecer un gobierno centralista bajo la apariencia de régimen federal para lo cual removió a la mayor parte de los gobernadores y promulgo “La Ley Orgánica” del artículo 116 de la constitución para evitar los problemas locales de los estados.
El general Díaz tuvo la satisfacción de reanudar las relaciones con Francia (noviembre de 1880).
Díaz puso todas sus energías en arrancarle al congreso una autorización para contratar la construcción de nuevas vías férreas, y logró su propósito un mes antes de dejar la presidencia en noviembre de 1880.
La construcción de las líneas del Ferrocarril Nacional con Nuevo Laredo. Semejante impulso se continuó en los gobiernos sucesivos del propio Díaz, de manera que al concluir el porfiriato, México pasó de tener en 1877 un solo ferrocarril de 460 Km., a toda una red ferrocarrilera de 19 000; se hicieron obras portuarias considerables en Veracruz, Tampico y Salina Cruz, se creó una serie de bancos que hizo posible un ensanchamiento de la agricultura, la minería, el comercio y la industria.

Para terminar el periodo presidencial en 1880 se inicia activamente la lucha electoral, formándose diversos grupos políticos que postulaban al general Manuel González, al Lic. Justo Benítez, y al general García de la Cadena entre otros candidatos.
Cuando se efectuaron las elecciones, Benítez fue derrotado por González, que representaba el partido militar y que iba a gobernar bajo la influencia y la autoridad personal del general Díaz.
El primero de diciembre de 1880 tomó posesión de la presidencia el general Manuel González.
La misión del presidente González consistió en reafirmar el régimen de la dictadura, iniciado desde el primer periodo del gobierno del general Díaz, subordinando los poderes de los estados, los municipios y las cámaras al poder central.

En su administración, 3 cosas llamaron la atención:

·        La cuestión de Guatemala, que reclamaba el estado de Chiapas y el territorio de Soconusco.

·         La depreciación de la moneda de níquel, cuya circulación fue rechazada por el pueblo.

·         La discusión de la deuda inglesa, que fue desaprobada por el congreso.

El gobierno intentó introducir en el ejército algunas reformas de organización con el objeto de hacer uno de los apoyos más firmes del estado.

Don Manuel González reorganizó el colegio militar, fundó la escuela médico militar, dispuso el establecimiento de colonias militares en la Baja California y expidió la primera ordenanza militar del ejército mexicano; además instaló una fábrica de armas, dotó a los soldados con armamento moderno y fijó en 26 mil hombres los efectivos del ejército.

Durante el periodo del general González se reformó la constitución de 1857, retirando al presidente de la suprema corte de justicia la facultad de sustituir al presidente de la república, y declarando que en las faltas temporales o absolutas de este entraría a ejercer sus funciones el presidente del senado, o el de la comisión permanente en los casos del receso del senado.


sábado, 16 de mayo de 2015

Un país en desarrollo

Un país en desarrollo

El proceso de desarrollo económico no fue igual en todos los rubros. La agricultura de consumo directo continuó dependiendo del clima más que de la tecnología. La agricultura para la exportación, a la que se dedicaban las mejores tierras tuvo, en cambio, un gran crecimiento. La ganadería no prosperó, salvo en algunos latifundios del norte del país. La minería, por el contrario, alcanzó su auge. El 1901 México era el segundo productor de cobre en el mundo.
En 1900 había 107,000 obreros empleados en la minería y 624,000 en la industria de la transformación. El azúcar, las telas y el tabaco conformaban industrias dinámicas y prósperas. La industria eléctrica fue una gran novedad. En 1900 contaba con una capacidad instalada de 22,000 kilovatios.


El comercio, tanto interno como de exportación fue otra de las actividades que más crecieron en esa etapa. El café, el henequén, el chicle y la madera se exportaban a varios países. Estados Unidos era el principal comprador, seguido por Gran Bretaña, Francia, Alemania y España. Las comunicaciones y transportes tuvieron un progreso espectacular. La población hacía fiestas para celebrar la llegada del tren a  sus comunidades. En 1890 había 10,000 km de vías férreas y, a partir de ese momento, se incorporaban 500 km al año. En 1900, la red telegráfica media 70,000 km y en 1901 había 10,000 oficinas de correo. Para hacer posible todo ello intervinieron grandes capitales extranjeros.
Una de las características más claras del Porfiriato fue la desigualdad social. El progreso económico solo benefició a unos cuantos . Al lado de las nuevas formas de vida subsistían algunas casi feudales. México se volvió más diverso y contrastante.
En 1904, Díaz cumplió 75 años y aún continuaba en el poder. La edad promedio de sus ministros y gobernadores era de 70 años. Justo Sierra, José Ives Limantour y Bernardo Reyes eran los hombres del sistema que todavía podían aportar algo. Entonces comenzó a surgir una nueva generación de intelectuales con una fuerte actitud crítica hacia el régimen, aunque compartían su ideología liberal.
Camilo Arriaga, Antonio Díaz Soto y Gama, Juan Sarabia, Antonio Villareal y Librado Rivera tuvieron problemas por sus ideas antirreleccionistas y abandonaron el país. Más tarde fundaron el Partido Liberal, cuyos dirigentes pensaban que era necesaria la revoución. El gobierno trató de de acabar con las actividades de este partido, que influía en los núcleos obreros promoviendo agitaciones. El ejecutivo no subestimó este hecho y los reprimió brutalmente. En ese contexto destacó la crueldad contra los mineros en la huelga de Cananea y el movimiento afín de los obreros textiles en Río Blanco. Ello despertó grandes críticas en el extranjero.

Enciclopedia Mi México Lindo, Vol. 2, Ixpamex, pp. 479

PORFIRIATO


PORFIRIATO


El periodo de 1876 a 1911 está marcado dentro de la historia de nuestro país como porfiriato, y se refiere al gobierno de Porfirio Díaz, quien ocupo la presidencia del país durante el lapso antes mencionado, con la excepción de 1880 a 1884, donde el presidente de la patria fue Manuel González. Pero a partir de 1884, y hasta el quinto mes de 1911, la gran figura política nacional fue la del general Porfirio Díaz.
Esta etapa del país coincide con  un momento particular del desarrollo capitalista que ha sido llamado imperialismo. Este periodo, en un ámbito internacional, tuvo como principal característica un nuevo tipo de colonialismo, en el cual los grandes países capitalistas de Europa y Estados Unidos ya no se preocuparon por controlar de una manera directa el resto del mundo, sino mediante la apropiación de los recursos naturales y su mano de obra, por ejemplo la tierra, los minerales, los metales preciosos y la fuerza de trabajo entre otras cosas más. El control que ejercieron estos países se hizo realidad a través de la inversión de capitales en los países en vías de desarrollo o recién liberados de estructuras de dominio colonial, lo que trago consigo importantes cambios, como el surgimiento de la clase obrera en países industrializados aceleraron la producción y exportación de alimentos y materias primas en los países que no eran participes de este desarrollo. Así los países implementaron medidas económicas favorables al capital extranjero, lo que finalmente  los convirtió  en países  mono exportadores de café, carne, azúcar, trigo, algodón y estaño entre otros.

El 21 de octubre de 1887 se publicó la siguiente enmienda al artículo 78 de la Constitución: "El presidente entrará a ejercer su cargo el 1 de diciembre y durará en él cuatro años, pudiendo ser reelecto para el período constitucional inmediato". Gracias a esta medida Díaz se reeligió en 1888, 1892, 1896, 1900, 1904 y 1910. El período presidencial se amplió a seis años en 1904.
Al retomar el poder, Díaz se rodeó de los políticos más destacados pertenecientes a diferentes grupos. Incorporó a su gabinete a hombres como Romero Rubio, Escobedo y Berriozabal, su antiguo compañero en la batalla el 5 de mayo. Atrajo también a algunos imperialistas, como Manuel Dublán. A partir de 1890, Díaz gobernó al margen de la Constitución. El Congreso, sumiso a sus deseos, modificaba las leyes según los caprichos de don Porfirio y le confería facultades extraordinarias a su conveniencia.



Diaz no respetaba la división de poderes ni la soberanía de los estados. Existía un partido único y los sufragios eran mero trámite. Como ministro de Gobernación, Romero Rubio -que a estas alturas era suegro de Díaz, pues éste había contraído matrimonio con su hija María del Carmen (Carmelita) -fue pieza clave en el control político del dictador. Díaz, una vez convencido de que no tenía rivales poderosos, concentró los esfuerzos de su gobierno en el desarrollo material y el mantenimiento de la paz. Buscaba alcanzar el nivel económico de otras naciones y atrajo créditos y apoyos extranjeros. El gabinete de Díaz se caracterizó por cierta inmovilidad, pues no era muy afecto a cambiar de ministros. Algunos de ellos duraron en el cargo hasta su muerte.

Enciclopedia Ixpamex, Mi México Lindo 2 , pp. 478-480























¿Quién fue Porfirio Díaz?


José de la Cruz Porfirio Díaz Mori (Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 15 de septiembre de 1830-París, Francia, 2 de julio de 1915) fue un militar y dictador mexicano, que ejerció el cargo de presidente de México, en nueve ocasiones; la primera, del 24 de noviembre de 1876 al 6 de diciembre de 1876 (después del triunfo de la Revolución de Tuxtepec, ocupando el cargo de forma interina ); y, la segunda vez, del 17 de febrero de 1877 al 5 de mayo de 1877. Nuevamente, ocupando el cargo de forma interina, del 5 de mayo de 1877 al 30 de noviembre de 1880 (después de haber sido elegido Presidente). Posteriormente, desempeñó la presidencia para los periodos:1884-1888, 1888-1892, 1892-1896, 1896-1900, 1900-1904, 1904-1910 y 1910-1911.

Antes de asumir la presidencia fue un militar destacado, quién brilló por su participación en la Segunda Intervención Francesa en México. Combatió en la Batalla de Puebla, el Sitio de Puebla, la Batalla de Miahuatlán y en la Batalla de la Carbonera. Resaltaron sus acciones militares en el estado de Oaxaca, en donde organizó guerrillas contra los franceses. Porfirio Díaz, el 2 de abril de 1867, tomó Puebla, y el 15 de junio, recuperó para las tropas republicanas la Ciudad de México.