El general Díaz después de haber vencido
definitivamente a los lerdistas y a los iglesistas volvió a encargarse del
poder ejecutivo provisionalmente (febrero 1877), dedicándose a reorganizar la
administración pública y expidiendo la convocatoria para elegir los supremos
poderes.
El congreso declaró presidente
constitucional de la república a Don Porfirio Díaz, quien tomo posesión el 5 de
mayo de 1877 por el periodo que terminaría el 30 de noviembre de1880.
Este general se hizo cargo del poder
ejecutivo en mayo de 1877, después de triunfar convoco a Juan N. Méndez como
presidente interno. Díaz procuro apegarse a normas legales y al principio de la
no reelección que lo llevo al poder.
Porfirio empezó a dar muestras de su
habilidad de estratega político. En sus miembros de gabinete Justo Benítez,
político liberalista se aprovecho de su amistad para llegar al poder. Pero Díaz
lo manejo y mantuvo la autonomía del congreso, mientras Benítez y su grupo se
hacían enemigos. Atrayendo a las personas que antes lo habían combatido.
El gobierno de Estados Unidos niega a
Porfirio Díaz como presidente; la falta de este reconocimiento significaba una
amenaza al gobierno de Díaz, ya que el norteamericano podía aplicar movimientos
rebeldes en su contra vendiendo armas a los partidarios del depuesto presidente
Lerdo, refugiados ahora en Texas.
En 1878 se formó la constitución, en el
sentido proclamado por el plan de Tuxtepec, en el cual se prohibía la elección
del presidente y de los gobernadores de los estados.
Casi todos los lerdistas se habían impuesto
al nuevo régimen; pero en 1878 el general Mariano Escobedo se levantó en armas
en la frontera norte proclamando el restablecimiento de Lerdo de Tejada, pero
este fracasó.
En 1879, se rebelo en el puerto de Alvarado
en el buque de guerra “libertad” en
Veracruz, el gobernador Mier y Terán aprendieron al doctor Albert y otras personas que juzgó
en contra del movimiento.
El gobierno de Díaz consideró este como
otro posible movimiento lerdista y dio al gobernador de Veracruz la orden de
matarlos, esto causo un gran disgusto en el país.
Díaz reorganizó el ejercito lo fraccionó en
pequeñas fuerzas que fueron a cubrir diversos lugares del país. Con su
colaborador Justo Benítez, Díaz había logrado establecer un gobierno
centralista bajo la apariencia de régimen federal para lo cual removió a la
mayor parte de los gobernadores y promulgo “La Ley Orgánica” del artículo 116
de la constitución para evitar los problemas locales de los estados.
El general Díaz tuvo la satisfacción de
reanudar las relaciones con Francia (noviembre de 1880).
Díaz puso todas sus energías en arrancarle
al congreso una autorización para contratar la construcción de nuevas vías
férreas, y logró su propósito un mes antes de dejar la presidencia en noviembre
de 1880.
La construcción de las líneas del
Ferrocarril Nacional con Nuevo Laredo. Semejante impulso se continuó en los
gobiernos sucesivos del propio Díaz, de manera que al concluir el porfiriato,
México pasó de tener en 1877 un solo ferrocarril de 460 Km., a toda una red
ferrocarrilera de 19 000; se hicieron obras portuarias considerables en
Veracruz, Tampico y Salina Cruz, se creó una serie de bancos que hizo posible
un ensanchamiento de la agricultura, la minería, el comercio y la industria.
Para terminar el periodo presidencial en
1880 se inicia activamente la lucha electoral, formándose diversos grupos
políticos que postulaban al general Manuel González, al Lic. Justo Benítez, y
al general García de la Cadena entre otros candidatos.
Cuando se efectuaron las elecciones,
Benítez fue derrotado por González, que representaba el partido militar y que
iba a gobernar bajo la influencia y la autoridad personal del general Díaz.
El primero de diciembre de 1880 tomó
posesión de la presidencia el general Manuel González.
La misión del presidente González consistió
en reafirmar el régimen de la dictadura, iniciado desde el primer periodo del
gobierno del general Díaz, subordinando los poderes de los estados, los
municipios y las cámaras al poder central.
En su administración, 3 cosas llamaron la
atención:
·
La cuestión de Guatemala, que reclamaba el estado de Chiapas y el
territorio de Soconusco.
·
La depreciación de la moneda de níquel, cuya circulación fue rechazada
por el pueblo.
·
La discusión de la deuda inglesa, que fue desaprobada por el congreso.
El gobierno intentó introducir en el
ejército algunas reformas de organización con el objeto de hacer uno de los
apoyos más firmes del estado.
Don Manuel González reorganizó el colegio
militar, fundó la escuela médico militar, dispuso el establecimiento de
colonias militares en la Baja California y expidió la primera ordenanza militar
del ejército mexicano; además instaló una fábrica de armas, dotó a los soldados
con armamento moderno y fijó en 26 mil hombres los efectivos del ejército.
Durante el periodo del general González se
reformó la constitución de 1857, retirando al presidente de la suprema corte de
justicia la facultad de sustituir al presidente de la república, y declarando
que en las faltas temporales o absolutas de este entraría a ejercer sus
funciones el presidente del senado, o el de la comisión permanente en los casos
del receso del senado.
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